CEDHJ pide al gobernador salvaguardar sitios sagrados
Ante las constantes agresiones que han sufrido los wixáritari en sus perigrinaciones hacia los sitios sagrados de Wirikuta, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ), exhortó al mandatario estatal, Emilio González Márquez, a destinar un partida presupuestaria para salvaguardar los sitios sagrados de dicha comunidad indígena en el estado.
Lo anterior lo dió a conocer el ombudsman jalisciense, Felipe de Jesús Álvarez Cibrián, al emitir el pronunciamiento 1/10 respecto a la situación que guardan los sitios sagrados de las comunidades indígenas wixáritari, resultado de una investigación iniciada de oficio en junio pasado.
Álvarez Cibrián sostuvo que no existe una política de estado para la preservación de los bienes culturales intangibles, puesto que “lo que a los ojos del grueso de la población es una simple extensión territorial, una parcela o un venero, para el indígena representa a sus ancestros y deidades”.
En el exhortó la CEDHJ también pide que el gobierno estatal realice una campaña de divulgación para dar a conocer y defender los valores, usos y costumbres del pueblo wixárika, con el propósito de generar la toma de conciencia, evitar la discriminación y sensibilizar a la población.
Llaman a proteger el peyote
Pidieron además que se solicite ante la federación y el gobierno de San Luis Potosí que a la brevedad posible se tomen las medidas adecuadas que permitan revertir la escasez cada vez más aguda de la planta sagrada conocida como hikuri(peyote), que se garantice la disposición de esta planta a las y los wixáritari, y que se cuente con estrategias de vigilancia para imponer sanciones efectivas y ejemplares a quienes quebrantan la norma ejerciendo actos de recolección y consumo sin ser miembros de este pueblo.
A las autoridades de los municipios de Chapala, Mezquitic, Huejuquilla, Huejúcar, Santa María de los Ángeles, Colotlán, Totatiche, Villa Guerrero, Bolaños, Chimaltitán y San Martín de Bolaños el ombudsman pidió garantizar el libre y gratuito paso de los peregrinos integrantes del pueblo wixárika, el acceso a sus lugares sagrados, sin ningún tipo de interrupción a sus rituales, y respetar las ofrendas y la integridad física de los sitios y caminos.
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